La casualidad y el azar en la creación, en la ciencia y en el arte

El azar en la creación forma parte de la creatividad humana desde el principio de los tiempos. En este texto analizamos que formas adopta el azar en la creación para llegar a una respuesta creativa. Hemos visto en otros textos que, al menos, hay tres formas de respuesta creativa:

  • La iluminación: aparece la respuesta subitamente sin saber muy bien por qué.
  • La inspiración: encontramos una solución análoga a nuestro problema en otro ámbito.
  • El descubrimiento: que es cuando por investigación, prueba, error, acierto y verificación damos con la respuesta de una forma prevista o de una forma imprevista.

¿En cuales de estos tres tipos de respuesta creativa aparece el azar? Parace ser que solamente en algunas respuestas creativas por descubrimiento. no vemos que el azar intervenga en las otras dos respuestas creativas, en la iluminación o en la inspiración. En las respuestas creativas por descubrimiento tenemos dos opciones, el descubrimiento causal donde no interviene el azar y el descubrimientocasual donde si interviene el azar.

El azar en la creación forma parte de la historia de la ciencia y en el arte. Normalmente en en las respuestas creativas que tienen forma de descubrimiento.

Ejemplos nos sobran, como el de Fleming, con el descubrimiento de la penicilina; el de los rayos X, de Wilhelm Roentgen; el del caucho vulcanizado Charles Goodyear; y el del microondas de Percy Spencer; por poner unos pocos ejemplos. En el arte el azar en la creación interviene en el descubrimiento de la pintura abstracta, por lo menos en el caso de Kandinsky (en otros casos ha sido un proceso evolutivo)

El azar en la creación existe en algunas respuestas que tienen la forma de descubrimiento, pero el azar siempre queda delimitado por «el marco causal»

En la ciencia y en el arte la experimentación es una técnica creativa. En ocasiones la hipótesis prevé el resultado creativo, en otras es inesperado, es azaroso. Se descubre algo por casualidad, es el azar en la creación. Pero como vemos está técnica creativa que consiste en la experimentación no opera en la inspiración, porque la inspiración es encontrar la respuesta en algo análogo que ya está a nuestro alrededor, pero quizá en otro contexto, la musa no forma parte de «algo controlado» como es el experimento. Tampoco la técnica creativa del experimento interviene en la iluminación, la iluminación es cuando llegamos a la respuesta creativa de un modo súbito, en la iluminación no hay un proceso consciente programado por el sujeto. Puedes ver aquí un ejemplo de respuesta creativa por iluminación.

El azar en la creación podría ser un recurso como técnica creativa, por ejemplo en el I ching se utilizan los dados para descubrir mediante la casualidad una respuesta al futuro. El experimento predispone la posibilidad de la intervención del azar.

Pero regresando a la técnica creativa de la experimentación podemos observar que puede haber respuestas por descubrimiento por azar totalmente contextualizadas, es decir que la respuesta está determinado por un marco causal, y otras absolutamente indiscriminadas y que nada tienen que ver con lo que se esperaba. El marco causal es un espacio definido de la experimentación que va a determinar un límite en lo que llamamos azar. Podría ser que los resultados enmarcados en el marco causal dieran una respuesta que tenga que ver con el límite del marco o que no tengan nada que ver, de modo que la respuesta creativa sea inesperada pero que tenga sentido con el límite causal o que no tenga nada que ver con el límite causal.

Veamos como interviene el azar en la creación por descubrimiento donde la respuesta forma parte del marco causal. Fleming es ayudado por la casualidad al descubrir la penicilina, pero el marco causal médico determina que la respuesta creativa sea «una respuesta médica» y no una respuesta en un área distinta al marco de actuación de Fleming. La respuesta creativa de la experimentación es inesperada pero tiene un carácter esperado ya que es una respuesta médica. Es decir, el azar en la creación en este caso no tienen un grado azaroso absoluto.

En este caso se cumple la determinación del marco causal. La pregunta (cómo curar una enfermedad) corresponde con la respuesta creativa (la penicilina), inducida por un marco causal que se ha centrado en una serie de probabilidades seleccionadas. El azar en la creación, la casualidad es sólo aparente ya que es el marco causal el que a enfocado la posibilidad de una respuesta médica esperada, aunque el resultado no sea esperado por el investigador. De modo que la penicilina no se descubre por el puro azar, era algo probable (en mayor o menor grado).

Hay ocasiones en las que el descubrimiento se sale del marco causal  y se obtiene algo que nada tenía que ver con el límite que imponía el marco causal y con los objetivos del creador o investigador, se trata de un descubrimiento inesperado que se llama serendipia. Por ejemplo, Johan Heinrich Schulze estaba trabajando en un marco causal químico, tratando de elaborar una nueva forma de obtener el fósforo; cuando por casualidad «se fue» al mundo del cine al descubrir el fotograma, el celuloide. Es decir, la respuesta creativa no tiene nada que ver con la pregunta. La pregunta (cómo fabricar de otro modo fósforo) no corresponde con la respuesta creativa (la fotografía), inducida por la casualidad. En este caso el azar en la creación, la respuesta y su repercusión no era buscada ni esperada. Aquí si hay un azar puro, la observación del experimentador le da utilidad a algo que no sirve para mejorar el proceso de la obtención del fósforo. Pero el azar no se sale del marco causal químico, aunque la respuesta creativa sea divergente respecto a las intenciones previas.

El descubrimiento es un tipo de respuesta creativa. En otros textos en los que nos referimos a la respuesta creativa veíamos que había cuatro tipos de respuestas: la respuesta determinada por la iluminación; la determinada por la inspiración; la que es consecuencia del descubrimiento; y, finalmente, un tipo de respuesta creativa que llamamos elaboración,  que es en realidad un método de enfoque en el tema, que trabaja con el tema cuando no encuentra una respuesta o una idea. Puede leer más tarde -si le interesa- este asunto desarrollado al referirnos a la crisis creativa.

La evolución en sí no es una respuesta creativa, ya que una modificación o una mejora no es una respuesta creativa. La evolución tiene el mismo grado que la innovación. Pero sí podemos usar la evolución como técnica creativa cuando el resultado sea muy diferente del punto de partida, evolucionar una forma hasta llegar a algo completamente diferente, quitando o añadiendo elementos intencionadamente o azarosamente para llegar a un final de la cadena irreconocible y realmente creativo.

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En la evolución puede intervenir la casualidad o no, y en el descubrimiento -del mismo modo- puede manifestarse el azar o no, no hay una relación obligatoria. El azar es independiente del proceso, ya sea científico o artístico.

Esto es así porque no podemos decir que este descubrimiento se podría producir sin el azar en la creación científica, en otras circunstancias también se hubiera descubierto.

La intención crea un marco causual. Este marco causual limita las probabilidades, encauza el azar en una dirección determinada, pero la respuesta se pueden salir del marco causal como hemos visto.

La penicilina se descubrió con azar pero se podría haber descubierto mediante el método científico de hipótesis y verificación, por esto la relación entre la casualidad y el descubrimiento no es obligatoria o imprescindible. Sucedió así pero podría haber sucedido sin el azar.

Según Karl Popper habría dos tipos de hipótesis: la científica y la metafísica, que intervienen en la experimentación o en los razonamientos matemáticos.

El azar en la creación aparece dentro de la respuesta a la que llamamos el descubrimiento. En el texto sobre la crisis creativa analizábamos dos clases de descubrimiento, el causal y el casual. Pero ahora añadimos que el casual tiene dos variantes, una variante donde la intención es anterior al descubrimiento y otra donde la intención es posterior al descubrimiento. 

El descubrimiento no es una técnica creativa, sino que es un canal que da lugar a un tipo de respuesta creativa, el azar puede intervenir en el canal o no. El azar en la creación puede actuar sobre la respuesta o sobre el propio canal de un modo anticipado o no. En el caso de Flemin el azar actúa en la respuesta creativa, la técnica creativa es la experimentación. Es descubrimiento casual con intención previa, donde hay una intención antes del descubrimiento.

En 1928 Fleming estaba buscando una cura con la intención de curar enfermedades causadas por las bacterias, la intención era encontrar un fármaco que eliminase estos microorganismos patógenos. El azar hizo que dos experimentos independientes interaccionasen en un laboratorio con dos niveles. Por un descuido dejó destapado un cultivo de estafilococos. Un moho, que estaba cultivando para otro experimento en otro nivel cayó por accidente dentro del cultivo de estafilococos, debido a una corriente de aire (al dejar una ventana abierta). Como consecuencia, Alexander Fleming descubrió casualmente que este moho, llamado Penicillium chrysogenum, eliminaba las bacterias. A partir de este moho antibacteriológico elaboró la penicilina.

La reflexión sobre este hecho nos lleva a plantearnos ¿qué hay de casualidad o de causalidad en este descubrimiento? aparentemente se trata de un hecho casual pero marcado por la intención previa y un marco causal. En realidad la causa domina sobre el azar en la creación debido a que el científico ha delimitado un campo de actuación mediante unos experimentos, con lo cual la casualidad forma parte de un marco casual premeditado y cerrado. En este sentido no existe el azar en la creación pura debido a que el hecho científico existe independientemente del descubrimiento, como Ámerica existía independientemente de Colón. La casualidad actúa sobre el modo en que se descubre el hecho científico pero no en el hecho científico, ya que el hecho científico se podría haber descubierto mediante la hipotesis y la verificación, que excluye por completo el azar.

En el caso de la penicilina, de azar en la creación tiene un marco causal posterior, había la intención de curar los efectos de las bacterias y una cadena de casualidades había dado la respuesta que se buscaba. Pero puede suceder que el científico o el artista no estén buscando nada premeditadamente y por puro azar observen un acontecimiento que haga detonar una intención. Es decir la intención es posterior a la observación.

Un ejemplo de modo de descubrimiento casual sin intención previa y sin un marco causal premeditado es el microondas, es la idea del microondas para calentar alimentos. Pero el microondas es un producto de una evolución científica, aunque el descubridor no haya creado un marco causal es el propio descubridor el que está sumergido en un marco causal histórico. En este caso veremos que hay una cadena de causas o marcos causales que son anteriores al azar y que el azar es en realidad una relación de efectos con causas.

Casi un siglo antes  tres científicos habían dado los primeros pasos para posibilitar esta innovación o idea. De nuevo hay un marco causal poderoso antes del azar en la creación, y encadenado, que determinará la observación, y sin el cual no se produciría el descubrimiento por azar. Esta cadena es una sucesión de paradigmas científicos causales y anteriores:

  1. En 1864 James Clerk maxwell enunciaba las leyes del electromagnetismo;
  2. En 1888 Heinrich Rudolf Hertz demostraba que las superficies metálicas relejan las ondas electromagnéticas;
  3. En 1904 Christian Huelsmever patentaba el primer radar anticolisión para buques.

La idea del microondas la descubrirá por azar en la creación Percy Spencer en 1945 al percatarse de que una barra de caramelo, que llevaba en el bolsillo quedase derretida por el electromagnetismo del radar. Es decir no había una intención previa de construir un calentador de alimentos, sino que por una casualidad, sin intención previa, se infiere un descubrimiento.

De nuevo el hecho científico es independiente del modo de respuesta creativa, que podría haber llegado por descubrimiento casual mediante hipótesis y verificación; o por la iluminación; la inspiración o la elaboración.

Lo cierto es que hay quien considera que la casualidad o el azar en la creación no existe, sino que forma parte de un tipo de causalidades cuyos mecanismo no comprendemos.

Aquí dejamos un vídeo de ejemplos de casualidades relatadas por Pedro Palao Pons, en el programa Clave Oculta, quizá muchas cosas que creemos azar no lo sean:



El azar en la creación tiene otras manifestaciones o denominaciones.

Como un tipo de descubrimiento, en el que interviene el azar en la creación, que se ha denominado SerendipiaUna serendipia es un descubrimiento afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. El caso del microondas interviene el azar en la creación, pero no es una serendipia, porque no se buscaba nada. Pero también hay descubrimientos por error, como el caso del celuloide, un tipo de serendipia. En 1725 la intención de Johan Heinrich Schulze era obtener el fósforo con un método más económico, pero descubrió el fotograma. Heinrich Schulze observó que la mezcla de yeso y plata cuando recibía la luz se oscurecía dejando en blanco las zonas tapadas. Otro aspecto del azar en la creación es la sincronicidad, término de Jung, que es una sucesión de casualidades en el mismo tiempo.

acuarela de kandinsky que surgió como un azar en la creación

El azar en la creación funciona de la misma manera en el arte que en la ciencia. La intención, ya sea anterior o posterior al descubrimiento por azar, indica una dirección.

Pero hay casos donde el azar en la creación no interviene, cuando hay plena conciencia de proceso no decidimos, sino que escogemos: Escoger marca una dirección y la dirección lleva implícita una intención. El modo de creación tiene intención muy consciente, muy determinada. Cuando crear es escoger el azar en la creación queda fuera de juego.

Un ejemplo de descubrimiento artístico por azar en la creación, sin intención previa, es el descubrimiento de la pintura abstracta en 1910. La primera acuarela abstracta de Kandinsky. El propio artista describe con humor el descubrimiento de la pintura abstracta a sus amigos. Kandinsky regresaba a su taller, a la caída de la tarde, después de una jornada pintando al aire libre. De repente, en su estudio, observó -apoyado en una de las paredes- un cuadro de una estimulante belleza compuesto de formas y colores cuyo significado ignoraba. ¿quién había colocado, mientras estaba ausente, esa obra maestra en su taller?

Al acercarse a la pintura descubrió la solución del enigma: se trataba de una de sus propias obras puesta de lado. Ante esto Kandinsky tuvo la impresión de que la figuración no favorecía a su pintura. En adelante la obra de Kandinsky pone en primer plano los motivos de colores que desbordan las formas reconocibles. Sobretodo en las obras que produce en Murnau, en los Alpes bávaros, donde disfruta del verano y de su trabajo artístico.

Pero el hecho artístico, al igual que el científico, existe independientemente del descubridor. En las respuestas por descubrimiento el primero que llega deja su firma. Pero las respuestas por descubrimiento podrían llevar otras firmas.

Si Kandinsky no hubiera descubirto la pintura abstracta lo hubiera hecho otro artista. Si Fleming no hubiera descubierto la penicilina lo hubiera hecho otro, tarde o temprano.

De hecho hay descubrimientos que se desarrollan casi a lavez. De modo que también Monet estaba acercándose a la pintura abstracta, en su cuadro El alminar de heno, donde el artista muestra unos pájaros desbordados por la luz, que se perciben como formas abstractas. En el caso de Monet no es el azar en la creación lo que determina la respuesta sino su capacidad de observación consciente.

La pintura por inspiración toma a la música como un referente, ¿no es acaso la música clásica una pura abstracción de sonidos formados por pautas matemáticas, donde la belleza reside sólo en la forma musical? En el caso de Kandinsky es Wagner un referente inspirador para el desarrollo de su trabajo artístico, durante su audición se delineaban ante su imaginación trazos salvajes y una gama de colores inspirados por los instrumentos de viento.

El azar en la creación es un componente importante en la pintura. Como pintor he tenido esta experiencia en la pintura abstracta. En la pintura abstracta hay una intención determinada por un objetivo en forma de conceptos abstractos, el pintor ha previsto los resultados, pero entre estos hay componentes casuales, que son descubrimientos de tipo casual que enriquecen el resultado creativo. Jugar con el azar puede ser una técnica creativa, sin duda.

En la respuesta creativa, como hemos demostrado, puede intervenir el azar en la creación marcado por la intención posterior o anterior. Además el azar no puede salirse de su marco causal (médico, químico, pictorico, etc.), de modo que la respuesta creativa siempre es formalmente causal por estar determinada por un marco causal, aunque no esperemos el resultado y a eso lo llamemos azar.

Es la intención la que crea un marco causal, de modo que el resultado aunque sea inesperado (azar) es un resultado causal. Incluso en la serendipia, cuando el resultado es totalmente imprevisto, el marco causal sigue actuando, de modo que la vía del resultado es causal. A lo inesperado lo lamamos azar, pero lo inesperado tienes sus causas.

El azar en la creación es una forma de percibir un descubrimiento, pero el azar en sí no ha creado el descubrimiento, ha sido una intención que ha generado un marco causal. Llamamos azar a lo inesperado, a lo que se sale de la hipótesis, a lo que se ha generado aparententemente fuera de nuestro control, pero el marco causal sigue actuando. Los resultados que llamamos casuales se podrían haber descubierto sin el azar, por tanto el azar es como llamamos a nuestra ignorancia ante respuestas inesperadas de la ciencia o el arte. En la serendipia las respuestas no corresponden con las preguntas, pero es nuevamente nuestro desconocimiento disfrazado de azar el que nos sorprende.

El azar en la creación puede existir, pero no es determinante en el hecho artístico o científico y es una forma de percibir la realidad marcada por nuestro desconocimiento, el azar es sólo una anécdota que impregna o no la creación por descubrimiento. El azar es una variable independiente y la respuesta creativa no depende de éste, la respuesta creativa es autónoma. Lo que está por conocer está ahí de un modo independiente del modo de respuesta creativa (iluminación, inspiración o descubrimiento con o sin azar).

 

Máximo Ribas

CopyRight de Textos e ilustraciones

 

 

Author: Máximo Ribas

Máximo Ribas es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, en 1996. Es pintor, ilustrador y publicista.

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