El potencial creativo
Cuando estamos sumergidos en el proceso creativo somos observadores, descubrimos lo esperado y lo inesperado, estamos desarrollando el potencial creativo. Pensaba Ovidio “Mucho amor germina en la casualidad; tened siempre dispuesto el anzuelo, y en el sitio que menos lo esperéis encontraréis la pesca”. El científico, el escritor o el artista, caminan en un trayecto movido por un impulso para descubrir algo nuevo, para hallarlo. ¿Pero de dónde sale el impulso de ese movimiento?
La observación como el aliado del creador.
El gran aliado del creativo es el poder de la observación, que nos desprograma, contempla nuestro estado y nuestros procesos internos. La neurociencia está demostrando que la mente es maleable. A través del aprendizaje podemos modelarla. Las técnicas contemplativas suponen el desarrollo de la inteligencia emocional y social; la capacidad de entrenar la mente, controlar las emociones intencionadamente, a través de la meditación favorece el apaciguamiento de la mente o enfocar la atención hacía la creación.
La incertidumbre es la madre de la creatividad
Cuando estamos sumergidos en el proceso estamos inmersos en el problema, en la incertidumbre creativa. Salir de la zona de confort genera un grado mayor de ansiedad y de estrés, de incertidumbre, pero produce -por contra- un grado de rendimiento óptimo.
LA INCERTIDUMBRE ES LA MADRE DE LA CREATIVIDAD
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